La película “permitidos”,
comedia romántica dirigida por Ariel Winograd logró un éxito taquillero tan
impresionante que muchos personas la consideran como un hito en la historia del
cine argentino. Sin embargo, la crítica
se debate entre los dos extremos, teniendo de un lado a quienes dicen que no es
la gran comedia, que tiene escenas sobreactuadas, que pierde el hilo de la
historia romántica cuando hace la parodia a los medios de comunicación, ect.;
pero del otro lado tiene a otro grupo de seguidores, que dicen que es la mejor
comedia argentina de todos los tiempos, que logró combinar lo mejor de la
comedia estadounidense y la comedia argentina, en fin, que el director Winograd logró partir en dos la historia de
la comedia argentina con esta genialidad.
Pero, ¿que hace
que esta comedia reviente las taquillas de las salas de cine cuando los
críticos aun no se ponen de acuerdo sobre su calidad?
Realmente, el
director obtiene una excelente receta que tiene bastante aceptabilidad del
público al unir una serie de ingredientes que combinados entregan al espectador
un sabor agradable y descomplicado, con toques de modernidad, lenguaje natural,
una pequeña influencia de los estados unidos, y un romanticismo que al final de
la película triunfa, en medio de una oferta cinematográfica que tiene a gran
parte del público cansado de escenas de peleas, sangre, muerte, destrucción y
todo tipo de cosas bizarras que llegan al límite de lo repulsivo y en un mundo
donde todos los días vemos países en guerra, refugiados sufriendo miles de
problemas, hambrunas y sequias entre otros males; este largometraje es para los
amantes del cine que quieren en la pantalla grande algo para divertirse un
rato, reír y desconectarse de sus preocupaciones.
En resúmen, una
jóven pareja Camila (Lali Esposito) y Mateo (Martín Piroyansky) son novios
desde hace ocho años y deciden vivir
juntos. Una noche, compartiendo una cena con una pareja amiga, se habla de los
"permitidos". Cada uno menciona un elegido famoso con quien tendría
permiso para una noche de sexo, sin que su pareja lo considere infidelidad.
Accidentalmente, unos días después, Mateo conoce a su permitida: Zoe del Rio
(Liz Solari) y en venganza Camila se las arregla para conocer al suyo: Joaquín
Campos (Benjamín Vicuña). Luego de una serie de situaciones la pareja termina
salvando una serie de obstáculos que se generan con la aparición de estos
personajes en sus vidas y finalmente reencontrándose.
Si analizamos esta comedia romantica, podemos encontrar cosas muy similares a nuestra realidad como por ejemplo: Lali Espósito que es ídolo entre las adolescentes de Argentina, la actriz y modelo Liz Solari y el actor Benjamín Vicuña, ambos son considerados símbolos sexuales en la vida real, además, los personajes, se encuentran enmarcados en un universo lleno de regionalismos ya que se
usan muchas palabras del lenguaje popular argentino, las cuales pueden resultar
difíciles para los que no somos de esas latitudes. El largometraje es ayudado en algunas
ocasiones por música diegética completamente actual y conocida por el espectador
(cuando Camila canta en el karaoke, cuando Zoe y Mateo van a la discoteca.); también se
apoya en una parodia a los medios de comunicación, los cuales, en algunas ocasiones solo buscan
popularidad engañando al público, y por último, con la hoy por hoy repitente historia de los
fanáticos que acosan a los famosos de todas las formas posibles.
Pues bien, todo esto reunido en un
solo ambiente, genera una historia creíble, que aunque algunos la tilden de
sobrecargada en algunas escenas, como la del ataque de ira que sufre Camila
frente a la valla de Zoe, en las escenas íntimas de Zoe y Mateo, o las de
Soledad, la fanática de Joaquín; pero antes de hacer esta crítica debemos
recordar que, al fin y al cabo, se trata de una comedia, y que por obvias
razones este tipo de acciones deben sobrecargarse para generar más impacto y
lograr las risas del público.
Finalmente, se puede concluir que lo
que hace a “permitidos” ser tan taquillera y popular es que, si bien no es la
mejor comedia de todos los tiempos, si logra sacar al espectador de sus
problemas, sumergirlo en la historia y en medio de una gran mezcla entre
fantasía y realidad, termina con el triunfo del romanticismo y la verdad, algo
que puede ser un agradable bocado para una multitud que quiere ingresar a una
sala de cine y olvidar, al menos por un momento, la cruda realidad del mundo
actual.
Paola: no me queda clara la respuesta a la pregunta que propones en el título. No entiendo sí estás hablando de verosimilitud, o de realidad. A lo mejor estés hablando de verosimilitud. Porque no necesariamente el hecho de que se estén tratando temas como la idolatría a ciertas mujeres que hacen parte de un "star system" tiene que ver con el cine-realidad. Creo que lo que hace confusa esta aproximación es el título, que plantea una pregunta que realmente no se resuelve. Creo que habría que puntualizar muy bien cuáles son los elementos que hacen parte de lo que tú llamas "realidad" y los elementos "fantásticos". Hay muchas ideas, que seguramente se pueden organizar mejor para una mejor cohesión entre ellas. Hay cosas por pulir, pero como reseña cumple el cometido de dar cuenta de tu opinión explorando diferentes niveles (narrativo, formal) e incluso los resultados (taquilla) que ha tenido en la crítica y en el espectador. 4.2
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