lunes, 2 de octubre de 2017

Proyéctala Curtiz, proyecta una vez más a Casablanca



Tal vez en la historia de la humanidad no han existido dos temas más explotados por el séptimo arte que el amor y la guerra, y de qué manera los estudios de la Warner Bros., lograron fusionar en su película Casablanca estos dos ingredientes que han cautivado por siempre a los amantes del cine; llegando a obtener un éxito tan impresionante en la historia que ha obtenido el título de clásico, no solo por su narrativa, su montaje escénico, el manejo de los conflictos del ser humano, sino también, por la magistral interpretación lograda por dos de las más grandes leyendas del medio:  Ingrid Bergman y Humphrey Bogart.



Pero cómo es que su director Michael Curtiz ha logrado cautivar a través de los tiempos a tantos admiradores de este film?  

Sencillamente, como ya fue descrito, tomo dos ingredientes que cautivan al espectador como lo son el amor y la guerra, y lleva a la pantalla grande una historia de amor ocurrida en medio de los acontecimientos de la segunda guerra mundial y nos ubica en una ciudad con mucha historia y cultura, en los Marruecos Franceses, y mediante el manejo de sus recursos escénicos, nos mete en su historia de la siguiente forma:

Un narrador en off ayudado por con una melodía hace una pequeña introducción sobre los acontecimientos político-sociales del momento, para que sepamos la situación de historia que vamos a ver, o de lo contrario no vamos a comprender la trama de la película. Luego hace un magistral manejo de planos, que van desde el manejo del plano general, a los primeros planos de carteles o personajes y luego nos ubica en un plano situacional de alguna esquina de la ciudad o del café de Rick o de la Prefectura de Policía. Esto lo vemos  durante toda la película, por ejemplo cuando pasamos del anuncio de un Policía sobre el asesinato de dos correos alemanes y da la orden de arrestar a todo sospechoso, luego llega la tropa, pide documentos a un hombre que huye, le disparan y cuando cae, la cámara enfoca el cartel de la pared, luego al hombre muerto y se hace un acercamiento a su mano, de la cual retiran panfletos de las tropas de la Francia Libre.

De igual manera, maneja la música y de acuerdo con la escena, para obtener más atención del espectador, en algunos momentos se maneja de forma no diegética y en otros de forma diegética, acentuando los acontecimientos de la trama.  Por ejemplo al ingresar al café de Rick, muchas veces se oye un fondo musical alegre, pero no se sabe donde se origina, pero al enfocar a Sam, el pianista, esta música se convierte en parte de la narración.

En cuanto a efectos especiales, para esa época no se tenía grandes avances en este aspecto, por ejemplo, las personas que reciben disparos no presentan heridas y sangrado como se ve en las películas actuales, pero en algunas escenas del aeropuerto apreciamos manejos de niebla que fue lograda con humo, y en las tomas de perfil de Bergman, se utilizó un filtro para acentuar su mirada y hacerla parecer más triste, más profunda y casi con lagrimas en sus ojos al recordar su pasado en París.
La secuencia del montaje de Casablanca es tan lineal, que la hace muy real, pues no hay sobresaltos temporales, con excepción de aquel donde Rick trae a su pensamiento los recuerdos de su pasado feliz en París y su triste retirada solitaria en el tren.  Las tomas donde los personajes de la película tienen diálogos, son manejadas con contraplanos, donde tenemos prácticamente de frente al que habla y de espaldas al que escucha, para aprovechar el gran talento de los actores, y acentuar el diálogo con sus gestos y expresiones de las miradas.

Pero tal vez el más grande logro de Curtiz, es el de mantener hasta el último momento la atención del público centrada sobre que va a suceder con Ilsa, Víctor  y Rick; y a pesar de no entregar el final romántico que tal vez muchos pudieron esperar: un final feliz entre Ilsa y Rick; nos entrega uno aún más romántico un hombre que prefiere quedarse atrapado en su destino por salvar a la mujer que ama y al hombre que admira por su lucha, y que al final y por la complicidad del Capitán Renault encuentra su recompensa como el héroe que fue.

Así como Ilsa Lund dijera en el café de Rick a Sam: Tócala, Sam, Toca As Time Goes By, los amantes del cine clásico podemos decir proyéctala Curtiz, proyecta una vez más a Casablanca.

Autor: Paola Tejada

1 comentario:

  1. OJo: "La secuencia del montaje de Casablanca es tan lineal..." Una película está hecha de muchas secuencias. En general es una buena reseña, da cuenta de los distintos recursos utilizados en la película, abre y cierra muy bien el título que se propone. De las tres reseñas que presentas esta es la que mejor funciona porque se abordan las ideas de forma coherente, se desarrolla un planteamiento vinculando distintos niveles de la película. 4.8

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