lunes, 14 de agosto de 2017

La cerca: retrato psicológico y social de Colombia

Es el último día del año, Juan Cristo y Francisco; padre e hijo se reúnen con el propósito de cumplir la última petición de la madre de Francisco y esposa de Juan Cristo: tumbar la cerca que separa los territorios de ambos hombres antes de que se termine el plazo de diez años que estipuló en su testamento.

La Cerca es una producción contemporánea (2005)  de Rubén Mendoza cuya historia toma lugar en el siglo pasado (años cuarenta y cincuenta), en una época en la que se originó y consolidó al problema más conocido y prevalente de la historia colombiana: la violencia.

El argumento entreteje episodios del presente y las memorias del pasado utilizando como hilo los sueños y constantes estados de fantasía de Francisco. La primera imagen que se presenta al espectador resulta chocante al tratarse de una escena cruda dónde un Francisco muy joven asesina a su padre sin aparente remordimiento, incluso demostrando satisfacción, la escena se interrumpe cuando llega su padre a recordarle que se cumplen diez años de la muerte de su esposa y por ende última oportunidad de destruir la cerca para evitar que ambos predios queden en manos del gobierno.
Aunque en principio esta reunión toma el tono de una oferta de paz, los diálogos subsecuentes no esconden la tensión negativa entre ambos personajes, en particular el odio y resentimiento de Francisco hacia Juan Cristo quien a lo largo de ese día reprocha y cuestiona constantemente las acciones violentas y crueles que su padre cometió en el pasado al otro lado de la cerca, incluso llegando a confesarle y narrarle de forma explícita las fantasías donde lo asesina.

El filme culmina al final del mismo día en el que empezó, en la noche de año nuevo, en los últimos minutos del plazo de diez años y justo al lado de aquella cerca, las fantasías de Francisco se materializan al fin, hace realidad el sueño de matar a su padre y cumple el último deseo de madre: quitar la cerca.

Esta es una historia que deja cierto sinsabor por tratarse de un evento paradójico, la cerca no es solo un elemento que separa físicamente a Francisco de su padre y todas las cosas horribles que pasaron de ese lado, la cerca es un mecanismo de defensa, es un marco que mantiene encerrados los impulsos crueles y sanguinarios que constantemente cruzan por su mente, que, aunque evitan que actúe como el monstruo que alguna vez fue Juan Cristo, lo aliena y atormenta. Irónicamente la forma que encontró Francisco de liberarse de aquel tormento fue tomando el papel de un personaje que repudió toda su vida: un asesino.


El sinsabor se extiende más allá de los hechos que vivieron los personajes de esta historia no tan ficticia, el sinsabor está en saber que hay muchos como Francisco en Colombia, es más que el mismo Francisco es una metáfora de lo que es Colombia, un país que después de muchos años no se recupera de todas las cosas terribles que ha presenciado y que parece tener en su código genético una tendencia a la violencia.

Por Karen Juliana Espitia.

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